viernes, 21 de agosto de 2009

Todas esas puertas: la necesidad de querer saber más

Alejandra Arteaga

“Cuando se habla de mujeres generalmente se olvidan sus significados principales. Cuando hablan las mujeres el olvido enmudece”. Aludir a la labor poética de Amaranta Caballero Prado no podría ser de mejor manera que citando estas líneas, creadas por ella misma, pues son las que mejor describen; poeta tránsfuga del olvido de sus lectores.

Si las palabras se consagran al sentimiento, exento del filtro de la racionalidad, para evadir el tiempo, entonces un maravilloso recuerdo de la infancia sería inmortalizado en un verso como aquellos dibujados por Amaranta Caballero Prado que en el libro Todas esas puertas surgen a manera de profundas imágenes que formaron parte de las etapas de su vida.

Caballero Prado divide en diez secciones el libro Todas esas puertas titulando, de manera cronológica, cada uno de los lugares que comenzando desde su infancia la resguardaron, de manera que, capítulo por capítulo, la autora aborda con una deliciosa introducción pictórica del panorama, situado en un tiempo y espacio específico, invitándonos a recorrer con ella las trayectorias de sus hogares.

Al inicio la esencia que transmiten los versos cargados de recuerdos niños de jardines, presas y el sabor a sal del infante que explora sin censura, reacción provocada por el `querer saber más ´, es sin duda el motor que enciende en el lector la nostalgia de las épocas de antaño que Amaranta Caballero autobiográficamente logra adoptar con cierta universalidad.

Es natural conocer los detalles de aquellos que durante la vida han estado a un lado para compartir, la familia, en la parte siguiente del libro es descrita en comunión con los lugares de convivencia mutua; una escalera de `L´, los vientos territoriales, los integrantes de una gran mesa en el desayuno, son parte de una vida que se hace singular por la diversidad de detalles alrededor de ella.

Mencionar la forma en que Amaranta Caballero describe en las siguientes tres secciones, con la abstracción de las palabras, cada paisaje, es preciso. Son circunstancias que los dibujan en la particularidad de su naturaleza pero que también incluyen mensajes de una transición inevitable para cualquier vida humana.

La etapa final se dedica enteramente a la transposición de las vivencias ocurridas en el lugar en que la autora radica. Tijuana por si solo es un lugar interesantemente idóneo para dedicar los versos que a la par trazan una etapa alejada de los inicios y que podría traducirse en un viajar constante sin despegarse del lugar desde dónde se escribe.

Originaria de Guanajuato la poeta ha logrado trascender no sólo en el área de las Artes Gráficas, en dónde cursó una licenciatura en la Universidad de ese Estado, es también a través de sus versos que se abre espacio en el mundo de la literatura nacional e internacionalmente en publicaciones como Tierra Adentro y Los Flamencos No Comen (Montpellier, France).

Amaranta Caballero Prado logra mediante el diseño poético de imágenes llenas de una `curiosidad fosforescente´, de esa ansia por conocer más, transportar en los poemas de Todas estas puertas a los lugares que no sólo la trazan como artista por el recorrido de su vida sino que despiertan un sentimiento de empatía autobiográfica en el lector.

Imágenes: Conaculta

No hay comentarios:

Publicar un comentario